"If you can meet with Triumph and Disaster,

and treat those two impostors just the same"

Rudyard Kipling.-

miércoles, 29 de junio de 2011

Si me dicen que tiene poderes...

Verano asfixiante en Madrid. Treinta y un grados a las diez de la noche. Me doy un último chapuzón intentando mitigar los efectos del calor, pero es invencible. Puede con cualquier intento de refresco.

Un menú espectacular me espera como postre de la cena: Nadal v Del Potro, pero el previo es irrenunciable, y al final decido no saltármelo y deleitarme también con un excelente Murray v Gasquet. A pocas cuentas que se echen, la noche promete ser larga, pero Wimbledon bien merece perder unas cuantas horas de sueño.


El Murray v Gasquet da lo que se espera: espectáculo tenístico del bueno. Pese a ser escocés (y yo fiel devoto de esta causa), no voy con Murray. Y es que es difícil no dejarse embaucar por la excelencia y virtuosismo del juego del parisino. Que se me llame exagerado, pero para mí Richard Gasquet tiene matices que sólo he apreciado en el más grande: don Roger Federer. Otra mariposa flotando sobre la pista. Un revés paralelo para paladares muy exigentes.

La lucha es total, y Murray sin jugar del todo bien, sabe mantener el tipo. El primer set necesita muerte súbita. Las estadísticas dicen que tiene que ganar Gasquet cuyos números de la primera manga son excepcionales, pero this is tennis! (Y además, por algo Murray es el número 4 del mundo, y Gasquet el número 13). Lamentablemente, la noche empieza mal y el escocés se hace con el primer set, que sienta como una pequeña losa al francés, que se diluye.

Murray se allana el camino y hasta los recién casados, el príncipe Guillermo y Kate Middleton celebran el 7-6, 6-3 y 6-2. De todas formas, parece que ponerse en manos de su tocayo, Riccardo Piatti, le ha sentado muy bien a Gasquet. Hay que darle tiempo, pero debería explotar de una vez y dar el salto que merece con todo ese potencial que tiene. De hecho, mirando sus resultados este año, en los grandes torneos sólo ha caído ante los super-clases como Djokovic (Indian Wells y Roland Garros), Nadal (Monte-Carlo y Roma), Federer (Dubai) y Murray (Wimbledon).

Y con éstas que llegamos al otro plato fuerte del día: Nadal v Del Potro. Yo ya pensaba que había visto todas las facetas posibles de Nadal en estos años. Y por eso, ayer estaba plenamente convencido de que el balear iba a decir adiós en octavos de final, cuando con 6-6 saltaron todas las alarmas y se tocaba ese pie izquierdo que le hacía poner constantes muestras de dolor.


Parecía materialmente imposible que sin poder apoyar su pie con comodidad, Rafa Nadal pudiese sacar un partido completo adelante ante un rival de la talla de Del Potro. De hecho, sus claros fallos de precisión por no pisar bien al final de la primera manga auguraban lo peor. Pero el manacorí tiró de cabeza... y de magia, porque sacar ese tie-break adelante en ese estado, y con lo mucho que quedaba de partido, a buen seguro que quedará para siempre en el recuerdo del actual número uno, que supo sufrir y sacar provecho a las pocas armas que le quedaban, pero entre las que se encontraban un saque espectacular, que tiene aún margen de mejora de aquí al domingo. No es Harry Potter, es Rafa Nadal, pero si me dicen que tiene poderes... yo me lo creo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustaría felicitarlo por su blog.
Además tiene gustos tenísticos similares a los míos.
Comparto su opinión respecto de Gasquet.
Creo que es un gran jugador, y ojalá esté pronto en el lugar que se merece.