"If you can meet with Triumph and Disaster,

and treat those two impostors just the same"

Rudyard Kipling.-

lunes, 18 de mayo de 2009

Hasta siempre, Mario

Hoy habría que hablar de Federer y de Nadal, del excelente tenis que el suizo nos brindó en la pista Manolo Santana, y por supuesto habría que comentar esa espectacular semifinal de más de cuatro horas que jugaron Djokovic y el balear en un encuentro para la historia, pero creo que tendré que aplazar todos esos comentarios para otro momento, porque hoy nos hemos levantado con la triste noticia del fallecimiento del gran Mario Benedetti, así que desde este modesto blog, un ferviente seguidor de este genio uruguayo, quiere rendirle su particular homenaje recordando una de sus múltiples y excelentes obras con las que siempre le mantendremos vivo en nuestras memorias.



Aún recuerdo aquellas escapadas que hacía a la Feria del Libro, con el fin de que me firmara Buzón de tiempo o alguna otra de sus obras, o aquellos dos grandes homenajes a los que asistí y que le hicieron en la Casa de América o la Biblioteca Nacional. Qué lejos queda ya aquel 1994 en el que le descubrí gracias a El césped y con el que se inició esta pasión benedettiana que hoy vive un día triste, pero en el que más que nunca, defenderemos esa alegría por la que siempre luchó.

Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres

defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa

defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.

2 comentarios:

Alberto Garcia dijo...

Adiós maestro

pipita dijo...

raro que no hayas hecho un previo roland garros...