"If you can meet with Triumph and Disaster,

and treat those two impostors just the same"

Rudyard Kipling.-

viernes, 3 de abril de 2009

Nadal se nubla ante del Potro

Sinceramente, en ningún momento previo al encuentro que anoche medía al número uno y al número seis del mundo pasaba por mi cabeza que Nadal fuese a caer ante Del Potro. Los dos se habían enfrentado cuatro veces y en todas ellas había ganado Nadal con una autoridad insultante (nueve sets a favor y ninguno en contra en superficies diferentes como hierba, tierra batida y pista rápida). Cierto que Del Potro venía haciendo bien las cosas en Miami, pero Nadal, aunque menos fresco, estaba demostrando su nivel excelente de juego, un escalón por encima al del argentino.

Sin embargo, anoche en Miami, el de Tandil cambió el curso de su histórico de enfrentamientos con el balear. Le bastó con aguantar la concentración, con aferrarse a su saque, con mantener los pelotazos desde atrás... y con ver cómo Nadal cometía un excesivo número de errores no forzados en momentos clave.

El partido arrancó con un primer set igualado. Ambos conservaban su saque, hasta que en el octavo juego, el nº1 no podía aprovechar una bola de break que le hubiera abierto el camino para hacerse con la primera manga (5-3 y saque a favor). Pero del posible 5-3, se pasaba a un 4-4 en el que Nadal perdía su saque y habilitaba un 4-5 a un Del Potro que no dejaba pasar la oportunidad. Saltaba la sorpresa con un primer set a favor del argentino.



Caía un chaparrón sobre un Nadal apagado que jugaba muy separado de la línea de fondo y que no encontraba su tenis en ningún momento. Arrancaba el segundo set con nuevo break y 1-2 en contra de Nadal. El partido tomaba claros tintes albicelestes y parecía que se iba a resolver por la vía rápida. Pero acorralado como estaba, reapareció la mejor versión de Nadal. Como si ya fuera una tradición en su tenis, cuando peor pintaban las cosas apareció el auténtico número 1. Devolución de break a Del Potro (2-2) y exhibición de todos los recursos de ese tenis al que nos tiene acostumbrados que le llevaban a un contundente 6-3 y 3-0 en la tercera manga.

Parecía que el susto había pasado en Miami y que Del Potro había estado cerca de provocar la sorpresa. Nada más lejos de la realidad. Pese a contar con ese 3-0 y dos breaks a favor, Nadal cedía consecutivamente el cuarto, quinto y sexto juego (cediendo su servicio por partida doble) y el partido entraba en una fase máxima de emoción: bolas de partido que levantaba el balear (se llegó a soñar con el duelo de hace unos días ante Nalbandian al levantar hasta tres antes de forzar el tie-break), 4-3 en el tie-break y saque que acercaban a Nadal a las semis en Miami, tres horas de juego que marcaba el electrónico... Circulaban los SMS en mi salón: "Me va a dar un ataque", "La que nos espera en Monte-Carlo"...

El encuentro nos tenía reservado un final agridulce. Del Potro resolvía la noche con su servicio aprovechando la cuarta bola de partido. Un final justo para un buen jugador con mucha trayectoria por delante, pero al que sinceramente, veo lejos de otros talentosos como Verdasco o Murray. Lo comprobaremos en semifinales, donde esperemos que haya habido una de cal y una de arena, y Fernando Verdasco haya podido superar a Andy Murray. Confiemos en que mis oídos queden libres de cualquier comentario que me pueda estropear este partidazo que me espera para después de comer.

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