"If you can meet with Triumph and Disaster,

and treat those two impostors just the same"

Rudyard Kipling.-

lunes, 7 de abril de 2008

Miami sigue vetado a los españoles

Con un mal partido cerró Nadal su más que aceptable primera parte de la temporada: final en Chennai, semifinales en el Open de Australia, semifinales en Indian Wells y final en Miami, junto con la derrota en cuartos ante Roddick en Dubai y la prematura derrota de Rotterdam ante Seppi. La derrota de Nadal en Miami ayer, se une a la sufrida en 2005 por el propio Nadal ante Federer, a la de Moyá en 2003 o a la de Bruguera en 1997.



Nadie puede dudar que son muy buenos resultados los cosechados en este primer trimestre de 2008 por el balear, pero que muestran, con la escasez de títulos, que a Nadal aún le falta un último peldaño por escalar en su excelente progresión en pista dura.

No sé si será la falta de confianza de la superficie, si será el cansancio de unos torneos que le agotan física y mentalmente, si será esa exigencia al 120% para alcanzar esas rondas finales, pero hay un dato que cae como una losa, Rafa Nadal siempre ha perdido esas finales de una forma muy clara, sintiéndose inferior y demostrando estar por debajo de su rival en ese último partido.

Pasó ayer ante Davydenko (6-4 y 6-2), pasó en Indian Wells ante Djokovic (6-3 y 6-2), ante Roddick en Dubai (7-6 y 6-2), en Australia ante Tsonga (6-2, 6-3 y 6-2) y en Chennai ante Youzhny (6-0 y 6-1).

La historia de ayer es muy parecida a la de cualquiera de esos otros partidos. Impotencia de Nadal, e impotencia de los aficionados, que pese a tener fe hasta el último golpe, no veíamos la forma de hincar el diente a un rival claramente superior, que le dominó en la casi totalidad de los golpes. Davydenko llegó a Miami con apenas dos raquetas en la bolsa, pero con una modificación en las mismas, 18 cuerdas en vez de 16, modificación que le ha permitido controlar mejor sus golpes, fallar menos y aumentar la potencia. Parece que el número cuatro del mundo vuelve a sonreír tras un 2007 nefasto.



Ayer tampoco el saque de Nadal, que tan bien le ha funcionado en este torneo, fue tan efectivo como el del ruso. Mientras que al balear le entraban más primeros que a Davydenko (74% frente a 68%), la efectividad del mismo fue muy diferente (57% frente a 78% con primeros y 50% frente a 67% con segundos), unas cifras muy alejadas de las que venía manejando el de Manacor esta semana.

Yo empiezo a pensar que es una mezcla de cansancio mental con cansancio físico la que se produce en el balear cuando llega el fin de semana del torneo de turno.



Pero creo que eso es únicamente un último escalón que Rafa Nadal podrá superar muy pronto, quizá en los Juegos Olímpicos de Pekín, quizá en los Masters Series de Cincinnati o Canadá o ya en el Open USA. Lo que está claro es que Nadal está ya muy cerca de Federer en la clasificación ATP y que por fin llega su momento estelar de la temporada, donde esperemos se mueva como pez en el agua. Y es que la tierra batida está ya aquí.

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