

Creo que un resultado así de contundente en unos cuartos de final de la Davis, fuera de casa y en pista rápida, habla por sí solo de la espectacular evolución del tenis nacional en los últimos veinte años. De hecho, basta con echar un vistazo al histórico de enfrentamientos entre España y Alemania, para comprobar que únicamente España había derrotado cuatro veces a Alemania en trece enfrentamientos, siendo las victorias en tierra batida.
Sin embargo, este fin de semana hemos sido capaces de derrotar a un rival como Alemania, un país con tradición en la Davis con tres títulos, en su casa y en su pista idónea. Y pienso que una victoria así de contundente debe servir a los nuestros para coger fuerzas y moral para una hipotética final fuera de casa allá por el mes de diciembre.
Y es que Emilio Sánchez-Vicario debe estar ya pensando en una más que probable visita al cálido Buenos Aires o al gélido Moscú allá por diciembre para cerrar el año, porque Estados Unidos en tierra batida, no tiene que representar ninguna dificultad para los nuestros en semifinales. Visitas duras y difíciles (Rusia no pierde en casa desde 1995) en las que ya habrá tiempo para pensar. De momento, lo que toca es celebrar la victoria en Bremen y comenzar a planificar la visita de Roddick, Blake y los Bryan en septiembre, presumiblemente y afortunadamente en la tierra batida del Palacio de los Deportes de Madrid, al ser la Comunidad de Madrid la patrocinadora oficial de este torneo y tener a Pedro Muñoz de presidente en la RFET.
En el resto de encuentros, quizá lo más destacable sea el infortunio de la República Checa, pues Berdych iba ganando 3-6, 6-2, 7-6(5), 3-6 y 2-1 a Davydenko cuando se torció el tobillo y tuvo que retirarse, dando el 3-1 definitivo a Rusia, idéntica situación a la vivida en la eliminatoria anterior en el encuentro entre Djokovic y Davydenko en la eliminatoria Rusia v Serbia.

1 comentario:
Excelente postagene!
Gracias por compartirla con nosotros.
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