
Cierro los ojos y veo a Casillas volar y parando penalties ante Italia sobre el verde del Ernst Happel de Viena en un momento de intenso éxtasis futbolístico. Los abro y en la tele veo el verde de la Central Court con un Nadal sacando como nunca ante Beck o a Federer tan suelto como siempre ante Hrbaty o Soderling, y es que a fin de cuentas por algo es su jardín.
Al mismo tiempo que la Eurocopa va llegando a su fin, Wimbledon va ganando en intensidad y en sorpresas. Ayer saltó la banca con la eliminación de Novak Djokovic ante Marat Safin. Absolutamente nadie lo esperaba. Parece que Safin se quiso sumar a la fiesta rusa y también quería el protagonismo de su país no sólo en el fútbol (tremendo España v Rusia esta noche), sino también en el tenis, donde hoy su nombre ocupará grandes rotativos.

Mal día para el tenis serbio (que sufrió y mucho para meter a Ivanovic en tercera ronda 6-7 (2), 7-6 (3) y 10-8 ante Dechy) y buena noticia para Nadal y Federer, que con esta eliminación del número 3 del mundo, pueden ver cómo se consolidan sus dos primeros puestos al frente de la ATP, ampliando la ventaja respecto a la excelente raqueta del serbio.

Hoy Nadal salta a escena buscando el pase a tercera ronda. Particularmente ando con muchas ganas de verle de nuevo en hierba. Cada día juega mejor y ésas son las mejores noticias que podríamos tener. Nadal... y la selección después. Más no se puede pedir. ¿Día grande para el deporte español? Esperemos que SÍ. Sí que se puede.
Y así también lo ve el Rey de la tierra y Príncipe de la hierba en su blog.

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