"If you can meet with Triumph and Disaster,

and treat those two impostors just the same"

Rudyard Kipling.-

lunes, 10 de noviembre de 2008

Una final menos soñada

Se confirmaron los malos presagios y tras las pruebas médicas a las que se ha sometido en Barcelona, Rafa Nadal comunicó esta tarde que no estará en la final de la Copa Davis que medirá a España y Argentina del 21 al 23 de noviembre en Mar del Plata, y que adquiere desde este momento un matiz descafeinado con la ausencia del número uno del mundo.



Nadal ha comunicado en rueda de prensa sus malas sensaciones: "La decisión no ha sido fácil, pero tengo que aceptarla por recomendación médica. Estoy acostumbrado a jugar con dolor. Pero este es distinto, nuevo. No consigo controlarlo. Probé a entrenarme suave, pero no me respondió bien la rodilla. No me encuentro demasiado bien. No sé si la lesión es por apurar. Ha sido un año muy intenso, un año olímpico que lo apretó todo, pero no creo haber forzado en exceso para lesionarme. No he hecho ninguna locura para ser Número 1 del mundo. No me siento preparado para enfocar una final como esta. Por eso no voy a poder estar, muy a mi pesar. Son decisiones difíciles cuando eres un jugador individual; lo es más cuando juegas a dobles, pero mucho más todavía cuando se trata de un equipo de Copa Davis."

El balear también ha aprovechado para mandar un mensaje positivo de cara a la final de Mar de Plata: "Soy conciente de que sin mí mis compañeros pueden ganar la final. Las opciones de España no se acaban en mí. Tenemos jugadores de talla suficiente como para ganar en Argentina, aunque no será fácil. Agradezco a Emilio Sánchez Vicario todo el apoyo y la comprensión que ha tenido conmigo".

Una baja importante, casi fundamental, que parece decantar una final ya de por sí muy complicada. Pero esto es la Davis y nada podría perjudicar más a los argentinos que una presumible victoria antes de saltar a la pista.

Supongo que el equipo técnico español estará ya analizando la situación y recalculando el devenir de la final, preguntándose por quiénes jugarán los individuales. La papeleta la tiene ahora Emilio Sánchez Vicario, que tendrá en mente ya el nombre del jugador llamado a pelear por la Ensaladera de Plata.

No sé por quién apostará el capitán, aunque me temo que uno de ellos será Feliciano López por las características de la pista y su poderoso saque que le ha llevado a firmar muy buenos resultados este año en pistas duras como las de Dubai (final), Viena y Basilea (semifinales) o Madrid (cuartos de final). La otra baza lógica sería la de apostar por el que creo que más calidad tiene en la raqueta hoy por hoy para defender a España: Fernando Verdasco, que quizá también esté necesitado de una ocasión importante con la que reivindicar todo el gran tenis que atesora, pese a no haber conseguido aún dar el paso definitivo que le instalase en el Top Ten del tenis mundial. Sinceramente, creo que lo que le falta al madrileño es un gran reto y una responsabilidad importante como puede ser esta final.



Así pues, yo me la jugaría los individuales con los dos jugadores de dobles, visto el terrible momento de forma por el que está pasando David Ferrer, incapaz de ganar tres partidos seguidos en pista dura desde el mes de enero, en el Open de Australia, donde alcanzó los cuartos de final. Aunque quizá Emilio Sánchez Vicario quiera respetar la jerarquía que Ferrer pueda tener en el grupo y le seleccione para disputar el primer punto, o quizá nos sorprenda con otra opción conservadora, como sería la de repescar a un Tommy Robredo que parece estar finalizando dignamente el año. El tiempo nos dirá lo que sucede.

Me despido haciendo referencia a Shanghai, donde ayer en la Masters Cup arrancaron con buen pie Djokovic y Davydenko con victorias sobre Del Potro y Tsonga, y donde hoy se ha producido la primera gran sorpresa con la victoria de Gilles Simon sobre el auténtico Maestro y tetracampeón, Roger Federer (4-6, 6-4 y 6-3). En menos de un mes, el francés ha derrotado a los números uno y dos del mundo. Ahí queda eso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una verdadera pena para el aficionado por no poder disfrutar de la final de la Davis con Nadal como Nº1, y para Rafa por no poder completar uno año que cualquier otro deportista de cualquier otro deporte envidiaría; Roland Garros, Wimbledon, Oro olímpico, 3 Masters, 2 torneos...
Lástima no poder ponerle la guinda al pastel.

Anónimo dijo...

Anónimo:

Efectivamente, una pena. Pero bueno, hay que pensar que ver un Nadal al 50% no merece la pena porque es ver un espectáculo muy devaluado. Prefiero ver a un Verdasco o Feliciano al 100%, antes que a un Nadal lesionado, muy lejano del que es en plenitud de condiciones.