En poco más de una hora, Justine Henin ganó a la serbia Ana Ivanovic en una final mucho más sencilla de lo que parecía y de lo que prometía al comienzo del partido, y es que la serbia Ivanovic comenzaba muy fuerte anotándose el primer juego del partido con un break sobre el servicio de Justine. Pero la número seis del mundo, capaz de sacar a más de 200 km/h., fue incapaz de verrar el segundo juego en el que se llegaba a poner 40-0. Ahí se acabó la final. No haber consumado el break del primer juego la hizo dudar, y sólo pudo sumar dos juegos con su servicio en todo el partido, y ambos fueron en el segundo set. Lo que sí sumó fueron errores no forzados, llegando a sumar más de treinta. Con tan poco que ofrecer, Ana Ivanovic sólo fue una perita en dulce para una jugadora belga hambrienta de títulos que manifiesta haber reencontrado la paz inicial tras el duro comienzo del año.
A Justine Henin ya sólo la quedan por delante cinco jugadoras en el palmarés de Roland Garros: Adine Masson (5)Margaret Smith-Court (5), Steffi Graf (6), Suzanne Lenglen (6) y Chris Evert-Lloyd (7). Su leyenda continúa.
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