"If you can meet with Triumph and Disaster,

and treat those two impostors just the same"

Rudyard Kipling.-

lunes, 26 de mayo de 2008

Día 1: se rozó la sorpresa

Se levantó el telón en la Philippe Chatrier de Roland Garros, con un doble menú serbio. Tras la victoria inaugural de Ana Ivanovic (quizá máxima favorita para el título tras la retirada de Justin Henin), venía lo que parecía un partido de puro trámite para Novak Djokovic.

Enfrente tenía un jugador desconocido para el público como es el alemán Denis Gremelmayr, que actualmente ocupa el nº64 de la clasificación de la ATP, pero que ya hizo un roto a más de uno en el pasado Conde de Godó donde alcanzaba las semifinales ante Nadal eliminando a James Blake o Nicolás Almagro entre otros, o en el pasado torneo de Estoril donde también caía en semifinales ante Roger Federer por 6-2, 5-7 y 1-6.



El alemán empezó como un cohete el partido, y sin comerlo ni beberlo se situaba 5-1 arriba en poco más de veinte minutos con muy buenos puntos y con un juego agresivo y valiente, ante un Djokovic que cada vez parecía más perdido. Y es que todo un número tres del mundo estaba siendo literalmente vapuleado.

Pero pasó lo de siempre, el miedo a la que estaba armando en la Philippe Chatrier se apoderó de él y del 5-1 pasó rápidamente a un 5-4 demoledor, con 0-30 a favor del serbio por medio de dos dobles faltas. Una lástima que la presión la atenazara la muñeca de ese modo. Parecía que la tormenta se disipaba y que las aguas volverían tranquilas a París, cuando en un arranque de valentía y de frialdad, el de Heidelberg conseguía recuperar su buen saque y mejor juego y cerrar el set en 6-4.



Le tocaba a Djokovic tener que ponerse el traje de faena si no quería que un borrón empañara su gran año. Concentrándose en su buen saque conseguía el serbio igualar la contienda a un set con 6-3 en la segunda manga.

Cuando parecía que el partido sí que tomaría un rumbo rápido de juegos a favor del serbio, sucedió lo contrario: un tercer set largo y disputado (doce juegos). El teutón no cedía a la presión de la situación ni a la diferencia de nivel tenístico que le separaba del serbio. Compensaba demasiados errores no forzados con buenos puntos en los que movía a Djokovic de un lado a otro buscando las líneas con máxima precisión. Pese a ello, el set se cerraba 7-5 a favor del serbio, que ahora sí tenía la situación controlada.

La cuarta manga no tuvo mucha historia. Comenzaba con break rápido de Djokovic en el tercer juego y con un Gremelmay que se conformaba con haber animado la contienda durante dos horas. El alemán cedía con un rapidísimo 6-2 y se despedía con honor de esta primera ronda.

Hoy turno para Federer, con el sorprendente Sam Querrey, y para Rafa Nadal, que jugará ante el brasileño Bellucci.

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