Es un duelo fundamental y me atrevería a decir que uno de los más importantes del año, no sólo por el segundo puesto del ranking en juego, sino porque una victoria de Nadal podría lanzarle a una nueva final en Hamburgo (que Rafa debería anotarse en su palmarés), además de que le permitiría evitar a Roger Federer en Roland Garros o Wimbledon hasta la hipotética final.
Yo confío en que la progresión vivida ante Murray y Moyá, continúe hoy ante un rival de la máxima exigencia como es Djokovic. Será el segundo encuentro del día de estas semifinales de lujo, con los tres primeros del mundo y con un jugador que lo venía haciendo bien en tierra como es el italiano Seppi, y que ha dado un paso de gigante metiéndose en esta fiesta del tenis.

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